Después del maremagnun suscitado por un simple tuiter del alcalde de la trimilenaria me quedo con la azotea de Pedro Ingelmo. Objetivo, lúcido y sensato. Bravo por el emeritense.
Y, como a estas alturas, existen opiniones de todo tipo y color (político, por supuesto) aporto uno de mi cosecha.
Tampoco soy partidario de celebrar,más bien de conmemorar. Con cultura (exposiciones,foros, congresos…). Ocio y actividades lúdicas sin distinción de edad ni clases sociales (conciertos de música con grupos de las dos orillas, pintura, actividades al aire libre…). Un día que no se reduzca a un desfile militar con la cabra Pablo y una recepción para las altas esferas sociales. Y cambiando la conmemoración de fecha: 2 de Mayo